El principal defecto de la socialdemocracia es el querer hacer de todo y meterse en todo, hasta en lo más absurdo como promocionar masajes y tratamientos en un Spa, los ciudadanos vemos con asombro el descaro con que se gasta el dinero de los contribuyentes promocionando actividades de ámbito privado que perfectamente pueden ser publicitadas y promovidas por las empresas que prestan estos servicios en el mercado. Puede que algunos piensen que este tipo de actividades que realiza el gobierno autonómico tienen un objetivo positivo, la realidad es que solo sirven para alimentar y engordar la red clientelar que vive del gasto público, por tal motivo vemos como en Canarias con la excusa de promocionar el turismo y actividades afines se ha creado un conjunto de empresas e instituciones que dilapidan y saquean millones de euros de los impuestos cada año, en actividades que perfectamente puede realizar mucho mejor el sector privado por medio de asociaciones empresaria o a nivel individual, sencillamente porque nadie conoce mejor las tendencias del mercado que las empresas del sector.

Durante estas últimas décadas esta estructura burocrática encarga de promocionar el turismo ha crecido a cuotas inimaginables con competencias solapadas de todo tipo que comienzan en el Estado Nacional y acaban en las concejalías de turismo de los 88 ayuntamientos del archipiélago. Sin duda es un gasto absurdo de millones de euros que podrían ser destinados a la asistencia social.
![62497.DSC00807[1]](http://libertadcanaria.com/blog/wp-content/uploads/2015/07/62497.DSC008071.jpg)
Otro punto relevante de las políticas con respecto al turismo es el dirigismo y la planificación que se pretende de un sector que es uno de los que más está sometido a las leyes naturales del mercado, así que por mucho que intenten el promocionar un turismo de calidad el mercado por si solo a la final decidirá qué tipo de turismo llegará a las islas, por tanto cualquier política o gasto que haga el Estado no va a servir prácticamente en nada y más bien va a perjudicar al sector porque limitará posibilidades de innovar en propuestas turísticas que no se rijan por las normas establecidas desde el poder político y burocrático.
Este caso es sin duda un buen ejemplo de cómo el estado de bienestar a la final se convierte es el bienestar del estado y sus castas, mientras tanto muchas familia que pagan sus impuestos no llegan a fin de mes, pero los vanidosos políticos y funcionarios, derrochan el dinero de los contribuyentes en este tipo de iniciativas e intentanto planificar lo único que está manteniendo a la precaria economía del archipiélago.
