El escritor venezolano Arturo Uslar Pietri adopta el término «realismo mágico» para describir un género literario que se caracterizan por una narrativa con elementos fantásticos y fabulosos que muestra lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. El reto que esto supone para la noción común de la “realidad” lleva implícito un cuestionamiento de la “verdad” que a su vez puede socavar de manera deliberada el texto y las palabras, y en ocasiones, la autoridad de la propia narrativa. Precisamente el nacionalismo canario intenta crear una historia digna del “realismo mágico” exaltando un “guanchismo” atemporal entremezclado en la cultura canaria moderna, la cual no es más que la suma de un proceso transcultural que se ha ido gestando durante siglos entre Europa y América.
El canario actual, como el del siglo XVI, recibe su esencia cultural de Castilla: es la lengua española (latín moderno interpretado con su habla canaria fruto de la insularidad y de influencias extranjeras) acompañada del catolicismo (católico significa universal), su filosofía griega y el derecho romano. La pervivencia de algunos rasgos culturales guanches en la cultura canaria no puede identificar la cultura de los colonos y mestizos con la aborigen hasta igualarlas, pues la cultura canaria es occidental en un 99,9%. La incorporación de nombres y toponímicos guanches, la práctica de algunos deportes, el gofio, el silbo en la Gomera y otros rasgos culturales no puede en ningún caso interpretarse como una señal inequívoca de que el pueblo canario es el pueblo guanche transportado al siglo XXI.
Para entender de donde ha surgido todo este “realismo mágico” o más bien “surrealismo” del nacionalismo canario actual debemos irnos al momento de su resurgimiento que fue a finales del siglo XIX impulsado por los marxistas de la época, que para darle cabida a la idea de Nación y un marco teórico para la lucha antimperialista y de clases, recrean una historia o un contexto que pueda dar sustento a ello, por tal motivo plantean esta reivindicación por los orígenes étnicos canarios que precisamente encajan perfectamente para tal fin por el misticismo que representa. Como bien ha explicado Mauricio Rojas en diversas oportunidades, esta utopía casi religiosa que es el marxismo busca crear ese paraíso en la tierra justo e igualitario por medio de la estricta planificación social e inclusive se atreve a reinventar al hombre engendrando uno socialista, pero sobre todo es una ideología que siempre reescribe la historia para adaptarla a sus propósitos y erradicar en el proceso a todo lo anterior. Por tal motivo el evocar a lo guanche les permite tener un punto de partida y un lienzo en blando en donde poder dibujar esa historia fantástica de una hipotética sociedad comunal originaria de nuestros antepasados primitivos que debido a la colonización imperialista fue arrasada por completo. Este nacionalismo por tanto no es más que una excusa o instrumento teórico para dar pie a la revolución socialista que desean los marxistas para asaltar el poder.

El mejor ejemplo de este esquizoide planteamiento lo tenemos muy bien documentado en el anteproyecto de constitución que redactó Antonio Cubillo. Apartando por supuesto todos los aspectos liberticidas, intervencionistas y estatistas de una constitución típicamente socialista nos encontramos con exaltaciones a este “guanchismo” atemporal y anacrónico. Por ejemplo el Art. 5 expresa que a pesar de que el castellano es el idioma oficial desde el Estado se impondrá la enseñanza del Berber o Tamazigh, la lógica o sentido común nos inclina a pensar que más bien a Canarias le conviene el inglés principalmente por razones económica, así que plantear el imponer un idioma minoritario es ir hacia un sinsentido. Pero lógicamente estamos ante un pensamiento totalitario que pretende rediseñar toda la sociedad Canaria y llevarla hacia un régimen de estas características. Por otro lado el Art. 6 plantea que la capitalidad de la República Federal será de nueva creación y estará en el Distrito Federal en las faldas del Teide, en el Valle de la Orotava por motivos estratégicos y de defensa y en recuerdo y honor del último gran mencey que luchó hasta la muerte contra los conquistadores, Quebey Imoha Benkomo. En el Art. 1 se hace referencia a las siete islas de esta forma: Tenerife (Chinet), Fuerteventura (Erbani), Gran Canaria, (Tamaran), La Palma (Benahoare), Lanzarote (Titeroygakat), Gomera (Gomera) y Hierro (Hero), lo cual da a entender que seguramente se plantee la sustitución de sus nombres en esta utópica federación socialista.

Además del “guanchismo” que ya hemos mencionado se busca desvincular al archipiélago de Europa e integrarlo en África, en términos geográficos se podría ver como lo adecuado pero por razones históricas y económicas sería condenarnos al subdesarrollo y la pobreza. Se plantea por ejemplo crear como moneda el “Africo”, el Instituto Internacional sobre el Panafricanismo y formar parte de la Unidad Africana, entre múltiples políticas que van orientadas en lo económico, cultural y político, a borrar todo vestigio de europeísmo en el archipiélago.
Este anteproyecto de constitución básicamente es una oda al estatismo psicótico, y de aplicarse lógicamente desencadenaría en un régimen autoritario, donde quedaríamos aislados del mundo y solo tendríamos relaciones con los países ideológicamente afines o atrazados. Este proceso hacia el socialismo que desean los independentistas sería muy similar al emprendido por la Venezuela del chavismo, donde igualmente los marxistas adoptaron de modo instrumental la imagen de Bolívar, Cristo y el indigenismo para disfrazar una revolución socialista totalmente anacrónica y sinsentido.

Por otro lado vemos como este “realismo mágico” entra inclusive en la iglesia mostrando escenas tan absurdas como la que observamos en cualquier procesión en Canarias y que pretende falsear totalmente la historia y la realidad introduciendo estos personajes fantásticos que parecen salidos de una cueva de las tantas que tenemos en el archipiélago. La iglesia muy hábilmente en el siglo XV se encargó de convertir a la diosa guanche Chaxirachi en Virgen morena de Candelaria aunque hay teorías que afirman que esta diosa en realidad nunca existió, lo cual nos hace recordar al proceso evangelizador de América donde la mayoría de las apariciones marianas tuvieron como protagonistas presisamente a indígenas, claramente esto buscaba el captar adeptos entre las filas aborígenes. Pero el nacionalismo actual da un paso más hacia lo inverosímil y crea hasta su propia religión guanche la cual denominan “Iglesia del Pueblo Guanche”.

En el aspecto político por su parte todos los partidos en la actualidad se visten de nacionalistas, inclusive hasta los grandes partidos nacionales que suelen colocar el sufijo “canario” a sus nombres y siglas para hacerlos ver más autóctono, por su parte el gobierno autonómico promueve intensamente la cultura canaria y el “guanchismo” con fines meramente electorales, ya que le proporciona votantes adoctrinados gracias al monopolio educativo del Estado. Pero afortunadamente existe una realidad que nadie puede negar y es que la cultura canaria está infectada por doquier de otras culturas, debido a la transculturización natural de una sociedad que desde siempre ha estado abierta al mundo.

Claramente la cultura canaria en la actualidad está siendo usada grotescamente con fines políticos, muy a la par de otros nacionalismos independentistas de similar tendencia ideológica, que manipulan a la sociedad con estas historias fantásticas y mitológicas que logran llegar a la parte más irracional del ser e intentan con esta acción secuestrar el sentido de pertenencia de los individuos que forman a la sociedad. Muchos políticos autonomistas puede que no se den cuenta, pero este tipo de manipulaciones de masas se les puede revertir en un momento dado y dejarlos fuera del juego.
En Canarias han existido periodos de autogobierno que han estado principalmente estructurado por el aspecto económico y no por esta reivindicación aborígen guanche, ni mucho menos planteó una propuesta como la del nacionalismo actual que pretende estatizar, intervenir y dirigir prácticamente toda la vida de los canarios imponido un modelo mucho peor que el actual. Lo que siempre se busco en Canarias fue el aumentar las libertades económica, por ello vemos que en la época del “Imperio Español” al archipiélago se le permitió comerciar libremente por medio de los puertos francos, tener tributos diferenciados de la corona, librecambio, además de la característica libertad migración que siempre ha tenido el archipiélago, lógicamente cuando esas libertades han sido cercenadas la pobreza se hizo presente. Lo cual nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de que en Canarias se comience a plantear de nuevo un «Nacionalismo Liberal».

Debido a nuestros limitados recursos y reducida geografía, el aperturismo y las libertades económicas son nuestra única opción para alcanzar la prosperidad, las políticas proteccionistas e intervencionistas han demostrado ser un fracaso y eso lo reflejan las cifras del paro, siendo Canarias la segunda región con más desempleado de Europa después de Andalucía, por tanto un camino a seguir es el que nos muestra Singapur o Hong Kong, los dos primeros países en el índice de libertades económicas que hace medio siglo estaban en la pobreza extrema y hoy disfrutan de un elevado ingreso per cápita.
Los liberales canarios planteamos otro tipo de nacionalismo para archipiélago, un nacionalismo alejado del estatismo empobrecedor liberticida y de la manipulación e imposición cultural que caracteriza al actual régimen político de Canarias.
Me ha gustado el artículo pero, ¿nacionalismo liberal? acaso no es un oxímoron. El nacionalismo es una ideología disfuncional que jamás traería libertad. Se puede, a mi juicio, reivindicar régimen economico y fiscal paradisiaco. ojalá! Pero nacionalismo liberal, no sé yo No obstante, felicidades por la página, que acabo de descubrirla.