Un acontecimiento que nos llena de regocijo es la reciente creación de la República Libre de Liberland un enclave libertario a orillas del Danubio de apenas 7 Km² que se erige en un trozo de tierra que no fue reclamado por Croacia ni Serbia luego de la desintegración de Yugoslavia.

Si este proyecto logra salir adelante sería la nación con la estructura gubernamental más reducida del mundo y a su vez el país más libre, tendrá un modelo de Estado minarquista muy limitado que apenas dispondrá de 5 ministerios, justicia, seguridad, interior, exteriores y tesoro; el borrador de la constitución detalla la clara defensa por las libertades negativas de los individuos.
Se plantea una democracia directa con separación de poderes donde las pocas leyes que se realicen serán ratificadas o vetadas por los ciudadanos, no tendrá banco central y el gobierno no podrá incurrir en déficit. Economía capitalista de libre mercado con libertad monetaria, donde los ciudadanos podrán usar cualquier tipo de moneda incluyendo el Bitcoin.
Así que Liberland va a contra corriente en un mundo cada vez más estatista y coercitivo que a pesar del fracaso de los modelos totalitarios del siglo XX insiste en seguir optando por fórmulas de este tipo que finalmente acaban colapsando como ha sucedido con la socialdemocracia en la actualidad. Puede que a muchos les cause suspicacia la existencia de un Estado o gobierno en Liberland, sobre todo a los que hemos vivido las consecuencias de los modelos colectivistas y populistas que acaban creando sociedades inmorales y totalmente empobrecidas. Pero al menos es un gran paso para las libertades individuales y una referencia más que sin duda mostrará el éxito del dejar vivir y hacer a las personas según su propio criterio, donde las mentes más brillantes pueden desarrollar sus ideas sin los dirigismos propios de la dictadura de las mayorías y la ingeniería social de los gobiernos de todo signo.